Ki no Kami, Los dioses en los árboles

Ki no Kami, Los dioses en los árboles

Ki no maki, los dioses en los arboles y porque no tambien en los bonsais.

Hoy os quiero presentar un par de árboles fuertemente venerados en Japón. Todos sabemos que para los sintoístas, un árbol representa la morada de los kami. Estos árboles tienen su semejanza en los bonsáis a través de estilos que imitan a estos árboles (raíz reptante, múltiple tronco, sarimiki, estilos míticos…).
Se dice que a veces los kami descienden del cielo a la tierra, pero no pueden permanecer en su forma
original. Los árboles sagrados actúan como via o camino, dándole a la esencia espiritual del kami un lugar donde existir mientras están en el plano terrestre. Esa presencia se nota en árboles de formas concretas: se dice que la energía de los kami se puede sentir con más fuerza en árboles con tronco doble o triple.
Cuando un kami toma un árbol como su morada, se le llama ki no kami, los dioses en los árboles.
El pino luchuensis o pino Ryukyu, endémico de las islas del mismo nombre, presente en Okinawa y muy parecido al pino negro. Es muy resistente al viento.
Uno de los más bellos parajes naturales de la Isla de Kume  es una zona donde habita un
viejo árbol de pino que es tan grande y tan viejo que tiene cinco troncos por separado y todos se alimentan del mismo árbol. Los registros indican el pino Ryukyu (Pinus Iuchuenis) fue plantado en 1839 y es un tesoro natural de Japón. 
El árbol tiene  más de 6 metros de altura, treinta y un metros de ancho y tiene una circunferencia de 4,3 metros en su tronco principal. En el lado norte del árbol hay  una pasarela de madera que conduce a un santuario bajo el árbol. 
Este estilo de crecimiento tan particular ha conseguido que numerosos aficionados al bonsai en Japón
quieran imitar esta forma de crecimiento en ejemplares de pino rojo o blanco.
En el jardín de Zentsuji se encuentra el famoso “Pino de la venerada imagen” Kukai fue el gran maestro que propago la enseñanza budista y que fundo la secta shingon, rama esotérica
del budismo japonés. Gran calígrafo y precursor del katakana, una de las formas de escritura japonesa.
Cuando Kukai volvió a su ciudad natal después de estudiar en China, no pudo ver a su madre. Así que él se apoyaba sobre el estanque, y miraba hacia el agua intentando visualizar la imagen de su madre. Mas tarde pinto su rostro y envío el cuadro a su madre. Cerca del estanque vivía un hermoso pino que observo toda la escena. Tiempo después el pino murió y hoy en día su tronco muerto es venerado como una reliquia sagrada de aquella época.

Cuando te pones delante de esta gran pieza de madera curtida, dicen que aun  se siente la presencia de Kukai viva y vibrante de energía.
Hay otro famoso árbol viejo del recinto del templo, un enorme árbol de alcanfor de más de 1200 años. Se dice que ha sido testigo del nacimiento de Kukai y cuando era niño solía ir  para esconderse entre las ramas cuando tenía  problemas.
El siguiente ejemplo es el que, de momento, se considera el bonsai más grande del mundo. Árbol o bonsai. Esta en un jardín que mira a la bahía  Sagami y Higashi Izu. Se trata de un pino, Houou no Matsu colocado que una peana que se puede girar de manera que pueda orientarse bien de manera que todas las zonas reciban luz y sol. Se comenta que su propietario fue Takeda Shingen.
Fue uno de los más prestigiosos daymio (señor feudal) de Japón. Una curiosidad. En su
bandera de guerra se podía leer
風林火山, una frase-acrónimo sacada del libro “el arte de
la guerra” que significa aire, bosque, fuego, montaña e ilustra la idea que tenía de la estrategia: moverse veloz como el viento, permanecer silencioso como el bosque, atacar feroz como el fuego, ser una defensa inamovible como la montaña.
Alrededor se encuentran varios bonsáis con nombre de planetas y en el centro el gigantesco pino
imitando el espacio. Podemos ver a Júpiter, una estrella…
 
Saludos cordiales
Beti Andrés

Beti Andrés

Estudié Biología en la Universidad del País Vasco EHU-UPV. Muy pronto me enamoré de los Bonsáis y quise  trabajar , viajar y  aprender todo lo posible de los grandes maestros del bonsái. Y ahora, 30 años después, sigo aprendiendo y compartiendo todo lo que sé sobre cuidado y diseño de bonsáis. Desde Bonsai Center Sopelana colaboro con grandes maestros y a la vez amigos como Manuel Germade , Taiga Urushibata, entre otros.

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