Bonsai, Ichigo ichie.

Bonsai, Ichigo ichie.

Bonsai, Ichigo ichie o el ” Solo por esta vez”.

Sabina propiedad de Javier Garcia Manso
Los pinos siempre han sido objeto de reverencia debido a que son árboles simbólicos en Japón. Es el lugar donde los dioses viven. En  Kyoto en uno de los tokonoma del palacio se puede ver una pintura exquisita de un pino de doble tronco.
Las imágenes  de árboles viejos y grandes producen en los japoneses la alegría y la esperanza para vivir. Cada árbol expresa su personalidad, con su particular corteza y colorido.
En un árbol descubrimos el cambio de estaciones, el paso de su larga vida sobre todo en la corteza. Pueden perder las hojas y sabemos que es otoño pero las rugosidades de la corteza, las escamas… nos muestran la edad y las vicisitudes que han pasado a lo largo de los años.
Un bonsái cumple una serie de normas para ser considerado un ejemplar digno. Los puntos más importantes son: la base del tronco, la corteza y la disposición de las ramas. Más importante que todo esto es estilo y la magia de la propia madre naturaleza.
Para un japonés es importante lo que ellos denominan, el pensamiento ichigo ichie (un periodo, un encuentro). La traducción mas o menos seria “ Solo por esta vez “, o “ una oportunidad en la vida “ o “ Nunca mas”.
Este término se usa para dar importancia a los encuentros con otras personas, para que cada encuentro sea único. De aquí el esfuerzo japonés para recibir a los invitados como si fueran únicos. La forma de presentar los bonsáis y que impacten en el visitante es fundamental. El tokonoma debe producir en el visitante una emoción especial y particular.
Existe un código de buenas maneras para presentar el bonsái en el tokonoma. Además del bonsái, tendrá un segundo elemento y también tendrá una pintura vertical o kakejiku, llamadas antiguamente kakemono.
La pintura vertical produce armonía en el conjunto a través de la asimetría con los tres elementos (bonsái, planta de acento y pintura vertical); además hace que el espacio vacío en el tokonoma se dirija hacia lo alto y por ultimo da énfasis a la estación en la que se encuentra la escena.
A veces el balance entre la pintura y el bonsái no es bueno, debido en gran manera a que el bonsái presentado no tiene la edad suficiente para producir esa sensación de larga vida de la que hablábamos al principio.
El bonsái es el arte del sansui (naturaleza, paisaje). Dependiendo de la especie, estilo, y tamaño de árbol lograremos la sensación de que sobre ellos pasan las estaciones.

Beti Andrés

Estudié Biología en la Universidad del País Vasco EHU-UPV. Muy pronto me enamoré de los Bonsáis y quise  trabajar , viajar y  aprender todo lo posible de los grandes maestros del bonsái. Y ahora, 30 años después, sigo aprendiendo y compartiendo todo lo que sé sobre cuidado y diseño de bonsáis. Desde Bonsai Center Sopelana colaboro con grandes maestros y a la vez amigos como Manuel Germade , Taiga Urushibata, entre otros.

Deja una respuesta