El titulo de esta entrada hace alusión a la belleza de las flores, aunque esta belleza dure un instante.
El arte en Japón se percibe de manera muy diferente a como lo vemos en Occidente. Siempre intenta ser algo inacabado, algo que no termina , que deja una puerta abierta, un escape al espectador para que participe un momento de esta belleza.
Vemos revistas, libros, exposiciones….y nuestra retina capta imágenes que quedan impresas en nuestra memoria y que sirven para formar nuestros propios modelos mentales. Estos modelos solo sirven para establecer una barrera que no deja ver la realidad tal y como es ya que siempre intentamos compararla con esos modelos.
Es por eso que cuando vemos un buen bonsái nos sorprende ya que no encontramos en el aquello que esperábamos encontrar, aquello que ya habíamos visto anteriormente.
La idea de esta entrada surgió después de ver este corto.