Bonsai, ayuda para este mes.

Es verano

Fagus silvatyca, Bonsai, Vista del frente

 Calor, ambiente mas seco,
sol, viento sur. Ojo con nuestros bonsáis. Muy importante que el riego sea el
correcto.

No olvidéis abonar
vuestros bonsáis.  Es posible abonar
siempre y cuando el calor sea soportable. Por encima de 30 o 32 grados, la actividad
de las bacterias en el sustrato se incrementa.  Esta actividad hace que el abono se vuelva
inservible rápidamente.

Si tenemos la seguridad de
que esto va a pasar es mejor que el bonsai permanezca sin abono.

Es época para defoliar las
especies frondosas; arces, olmos, carpes…Provocaremos una segunda brotación mas
pequeña y compacta si acertamos bien con el momento. Debemos intuir que el bonsái
tendrá tiempo de volver a brotar antes de que las condiciones de calor y
sequedad lo hagan imposible.
Toca limpieza y mas
limpieza. Con el calor, los bonsáis crecen pero también crecen las hierbas
indeseables en nuestro sustrato.  Debemos
mantener el sustrato libre de hierbas  y
plantas invasoras. De esta forma evitaremos que el suelo se colapse por las raíces
de estas plantas.
Limpiar las hojas caídas o
feas. Cepillar los troncos..
Aclarar las copas para que
entre la luz y se formen nuevas yemas. Si lo veis necesario podéis alambrar.
Cuidadito con los
inquilinos que no pagan su alquiler. Insectos, hogos, ácaros, huevos de índole
diversa. Aplicaremos productos fitosanitarios específicos, si es posible, para bonsái.
Como hace buen tiempo, también
es momento para hacer excursiones, visitar bosques. Poder ver hayas, arces,
olmos, fresnos y demás especies de árboles en la naturaleza.
Hayas, detalle de las hojas
  
Euskadi tiene sitios
maravillosos pero el domingo fuimos un poco más lejos. Visitamos un hayedo en
una zona kársticas del norte de Burgos. Un lugar pequeño y silencioso pero con
unas hayas maravillosas adaptadas perfectamente al medio. 
La media de edad de las
excursionistas superaba ampliamente los cincuenta y todos. Despacito y buena
letra para no meter la pierna en los huecos escondidos. Las piedras casi
estaban completamente tapadas por las hojas caídas y emergiendo de aquellos
cerebros rocosos las hayas se veían tortuosas, con troncos que iban en una y
otra dirección buscando la luz, e intentando desplazar de la ladera a la
contigua.
En los márgenes del bosque
de hayas,  centenares de flores
silvestres, geranios, fresas, daboecias, y arándanos a saco.
Estas visitan sugieren
después formas de trabajo y diseño en el taller. Al ver estas formas,
comenzamos a ver los estilos de bonsai con otra perspectiva. La mayoría de los
bonsáis carecen de este dramatismo que supone la lucha por la supervivencia. Es
difícil recrear en una maceta un ecosistema tan complejo.
Flores en claro oscuro
Debido a la competencia entre los arboles, crecen desaforadas con formas increibles y hojas grandes para aprovechar el rayo de luz que se filtra hasta las partes bajas del bosque y asi poder sobrevivir mas tiempo que las vecinas.
Y es que la competencia
existe también en la naturaleza. Eso si, una competencia sana donde el mas
fuerte o el mas adaptado sobrevive.
En este enlace podéis leer
algo mas acerca de un trabajo realizado a una Fagus sylvatica.

HAYAS, OMOTE Y URA

Saludos cordiales

Beti Andrés

Beti Andrés

Estudié Biología en la Universidad del País Vasco EHU-UPV. Muy pronto me enamoré de los Bonsáis y quise  trabajar , viajar y  aprender todo lo posible de los grandes maestros del bonsái. Y ahora, 30 años después, sigo aprendiendo y compartiendo todo lo que sé sobre cuidado y diseño de bonsáis. Desde Bonsai Center Sopelana colaboro con grandes maestros y a la vez amigos como Manuel Germade , Taiga Urushibata, entre otros.

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