Arrebato de Bonsai

Hoy no toca técnica de bonsai, tampoco teoría del
bonsai, ni historia. Hoy me gustaría comentar algo más espiritual. No se trata
de doblar un tronco sino de domar una pasión.
Todo tiene su porque. Algunos clientes, cuando
visitan Bonsai Center Sopelana me dicen. ¡¡ que lujo trabajar aquí ¡¡, trabajar
en lo que te gusta, que maravilla, que bonito. ¡Esto no es trabajo es un arte¡ etc.…

La pasión por el bonsai fluctúa. Unas veces sube
aceleradamente. (¿ quien no ha sentido un subidón al ver árboles maravillosos,
perfectamente expuestos?) , otras tiene temporadas de decaimiento ( se me ha
muerto, no hago carrera, menuda especie delicada..), otras veces se te pega
alrededor del cuerpo y no eres capaz de separarte. Te sientes ávido de bonsai.
A veces la pasión crece y estalla. No puedes parar. Otras veces desearías
mandar todo a la porra e irte de vacaciones sin preocuparte del riego.

Cuando pasan los años, tengo amigos, grandes
aficionados en otro tiempo que en ese momento de su otoño permanecen
indiferentes ante algo que antes les parecía soberbio.
La pasión va y viene, a veces se queda y a veces
no. Se mueve, se desliza, va y no vuelve, patina y se escurre y y y  … y que se yo.

Hay gente incansable e inasequible al desaliento. De
todo hay en la viña del Señor. A mi me gusta el café un par de veces al día. Un
tercero me da acidez. Me encanta la paella pero, a diario y en las tres comidas,
no dudo que acabaría aborreciéndola. Por supuesto ya no hablo de mis allegados.
Como les repita la comida no vuelven jeje.
Yo me veo como alguien con interés en muchas cosas.
Los viajes, la fotografía, la lectura, el cine, la comida, los amigos.. y por
supuesto el bonsai.

Yo no quiero que me ocurra lo que al fundador del
grupo Swatch. El decía;

“Yo no trabajo… me divierto durante 8 a 14 horas cada día”.

 

¡¡ Que sinsabor¡¡. Una cosa es
que te guste tu trabajo y otra muy diferente 
no considerarlo trabajo. Además, hay un montón de actividades en el
vivero  que no resultan placenteras. Hay
que hacer cuentas, limpiar, pasar frio, mantenimientos de las infraestructuras…joer
que pereza me dan.

 

 

Yo quiero tener y tengo pasión
por el bonsai. A la fecha, despierta en mi una emoción tan intensa que me
inocula a saco, píldoras de satisfacción.

 

 

Pasión proviene del latín patior
y significa sentir y también sufrir. Si la pasión por el bonsai se convierte en
una dedicación exclusiva, en una inclinación desmesurada hacia algo , acaba
ocupando la mayoría de tu espíritu.

Deja algo de ti para todo lo
demás.

 

 

Saludos cordiales

Beti Andrés

Beti Andrés

Estudié Biología en la Universidad del País Vasco EHU-UPV. Muy pronto me enamoré de los Bonsáis y quise  trabajar , viajar y  aprender todo lo posible de los grandes maestros del bonsái. Y ahora, 30 años después, sigo aprendiendo y compartiendo todo lo que sé sobre cuidado y diseño de bonsáis. Desde Bonsai Center Sopelana colaboro con grandes maestros y a la vez amigos como Manuel Germade , Taiga Urushibata, entre otros.

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