Un
profesor de una prestigiosa universidad, muy respetado y temido por sus
alumnos debido a su gran dominio de los más diversos temas y su
carácter autoritario, viajó una vez a Japón a entrevistarse con un
famoso sabio que vivía retirado en una modesta casa de campo, dedicado
al estudio y la escritura.
profesor de una prestigiosa universidad, muy respetado y temido por sus
alumnos debido a su gran dominio de los más diversos temas y su
carácter autoritario, viajó una vez a Japón a entrevistarse con un
famoso sabio que vivía retirado en una modesta casa de campo, dedicado
al estudio y la escritura.
El
profesor en cuestión, estaba acostumbrado a tener la última palabra en
todo y desechaba frecuentemente las opiniones de los demás, a quienes
intimidaba con su inmensa erudición, su petulancia y su arrogancia.
profesor en cuestión, estaba acostumbrado a tener la última palabra en
todo y desechaba frecuentemente las opiniones de los demás, a quienes
intimidaba con su inmensa erudición, su petulancia y su arrogancia.
En
cuanto llego a la casa del sabio, el profesor empezó a hablar del tema
que iba a ser tratado en la visita. Hablaba sin parar, citando frases de
famosos personajes a cada momento, refiriéndose a los innumerables
libros que había leído y a las muchas conferencias que había dictado
acerca de ese y otros tantos temas.
cuanto llego a la casa del sabio, el profesor empezó a hablar del tema
que iba a ser tratado en la visita. Hablaba sin parar, citando frases de
famosos personajes a cada momento, refiriéndose a los innumerables
libros que había leído y a las muchas conferencias que había dictado
acerca de ese y otros tantos temas.
El
sabio aprovecho una pausa en el monologo del profesor para preguntarle
si le apetecía una taza de té este le dijo que si y continuoo su
perorata.
sabio aprovecho una pausa en el monologo del profesor para preguntarle
si le apetecía una taza de té este le dijo que si y continuoo su
perorata.
Mientras el profesor hablaba, el sabio se dedicó a llenarle su taza.
Comenzó
echando el té poco a poco, primero hasta la mitad y luego hasta el
borde de la taza, Pero al llegar allí no se detuvo, sino que siguió
echando té y más té, con toda la naturalidad del mundo, hasta que el
liquido desbordo también el plato, y, comenzó a manchar el mantel, todo
esto lo hacía sonriendo y escuchando al profesor, como si no pasara
nada, El profesor no se dio cuenta al principio, pues estaba demasiado
entretenido escuchándose hablar a si mismo, pero en cuanto se percató,
después de un buen rato, quedó estupefacto.
echando el té poco a poco, primero hasta la mitad y luego hasta el
borde de la taza, Pero al llegar allí no se detuvo, sino que siguió
echando té y más té, con toda la naturalidad del mundo, hasta que el
liquido desbordo también el plato, y, comenzó a manchar el mantel, todo
esto lo hacía sonriendo y escuchando al profesor, como si no pasara
nada, El profesor no se dio cuenta al principio, pues estaba demasiado
entretenido escuchándose hablar a si mismo, pero en cuanto se percató,
después de un buen rato, quedó estupefacto.
-LA TAZA ESTA LLENA!!!..YA NO LE CABE MAS!!- gritó
-Lo mismo te pasa a ti- le dijo el sabio, con tranquilidad.
-Tú
también estas lleno de toda tu erudición, de todos los autores que
citas, de todos los libros que has leído, de tus propias opiniones y tus
ideas acerca de todo… Como vas a poder escucharme o aprender algo de
lo que yo puedo enseñarte, si antes no vacías la taza?…
también estas lleno de toda tu erudición, de todos los autores que
citas, de todos los libros que has leído, de tus propias opiniones y tus
ideas acerca de todo… Como vas a poder escucharme o aprender algo de
lo que yo puedo enseñarte, si antes no vacías la taza?…
Saludos cordiales
Beti Andrés