Bonsai en tiempos revueltos

Hola

Quedan muy pocos días para Navidad. La verdad es que no
tenemos muchas razones para estar contentos. 
Mas impuestos, mas recortes, menos animo, mas acorralados, mas
cabreados.

Yo siempre digo que últimamente parezco una pekinesa con el
diente fuera, gruñendo y quejándome.

Unas pocas cosas son las que todavía hacen que levantarse de
la cama sea más llevadero.

Una es comer. Intentar seguir hoy en día una dieta
medianamente decente es imposible. Quien es el guapo o la guapa que renuncia a
un cachito de chocolate después de cenar; el mejor antidepresivo del día, a un
pintxo de tortilla o a un bocata de nocilla cuando solo pensarlo se hace la
boca agua y es de las pocas cosas que todavía podemos permitirnos. Adiós al
besugo, las angulas o el solomillo.  ¿ A
que saben los percebes? Tengo un vago recuerdo.

Otra cosa a apuntar es la afición. Estas aficiones son las
que todavía nos permiten tener ilusión y no verlo todo nublado.

Afición a lo que sea: al cine, al futbol, al bonsai, a los
cromos,  tunear el coche, a coleccionar
gafas o relojes, a tomar un vermut con una gilda, a la lotería.

Guardamos un poquito para comprar esa gubia que nos hace
falta, ese saco de kanuma, la entrada para el último estreno… 

Aquí también incluyo los sobrinos. Cada vez soy más aficionada
a pasear con ellos, cuidarlos…

El tercer punto importante por lo menos para mi  es 
soñar con las vacaciones. Todo el año trabajando. En los ratos libres
organizar el viaje del verano por mi misma; las etapas, donde ir… aunque sea en
furgoneta y con bocadillo. Meter en la hucha las monedas de dos euros. Cuando
levanto el tarro y comienza a pesar me siento Rockefeller. Ese poquito que voy
ahorrando día a día hace que pueda salir de vacaciones sin que me suponga un
latigazo al bolsillo.

Todas las fotografías de esta entrada son de un viaje
realizado a Japón. Espero que os resulten sugerentes.

Por ultimo también quiero hacer referencia a los amigos y
familia. Con ellos nos desahogamos cada día y escupimos toda la frustración que
estas épocas nos producen.

Así que;

Por que la vida sigue. Lo mejor que puedes hacer es ..

Poner un bonsai en tu vida.

Un saludo para todos los lectores

Beti Andrés

Estudié Biología en la Universidad del País Vasco EHU-UPV. Muy pronto me enamoré de los Bonsáis y quise  trabajar , viajar y  aprender todo lo posible de los grandes maestros del bonsái. Y ahora, 30 años después, sigo aprendiendo y compartiendo todo lo que sé sobre cuidado y diseño de bonsáis. Desde Bonsai Center Sopelana colaboro con grandes maestros y a la vez amigos como Manuel Germade , Taiga Urushibata, entre otros.

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