Taikan Bonsai: paraiso

Taikan Bonsai: paraiso

 

Japón en verano soporta un clima extremo, un calor que se
asan las moscas. Temporada de tifones.
He tenido la inmensa suerte de pasar unos días en Japón y uno de los
objetivos del viaje era conocer el Taikan Bonsái Museum del maestro Shinji
Suzuki.



Así que allá que nos fuimos. A Obuse, un pueblo encantador
con un montón de museos, el más importante incluye la famosa gran ola de la
serie de pinturas de las 100 vistas del monte Fuji. Era otro motivo para llegar
hasta allí.

 

 

 

 

 

 

El Taikan Bonsai Museum no tiene web, ni Facebook… El
maestro no quiero algo masificado. El boca a boca hace que llegues hasta allí para
disfrutar de la excelencia.
En la puerta del museo nos recibe sin ni siquiera llamar Hiroaki
san hijo de Shinji, alumno de Kimura. Sorprendida, imagino que a través de las
cámaras han detectado nuestra presencia.

 

 

 

 

 

 

 

 

Amables a mas no poder, lo suyo como lo mío no son los
idiomas. Yo me manejo en una mezcla de pseudo inglés con francés añejo y alguna
frase en japonés así que Manuel Turpin se encarga de las presentaciones,
saludos y demás.
Lo primero que veo es una zona abierta donde todo gira
alrededor de una gran piedra rodeada de musgo. Una madera muerta perfectamente
tratada a modo de escultura y varios shimpaku a cada cual mejor. En lugar
preferente los dos ejemplares tan famosos de Suzuki.
De alguna manera esa entrada representa un paisaje de la isla
de Hokkaido famosa por sus juníperos.
En la colección varios premios Kokufu, algún que otro premio
primer ministro, premio ministerio de agricultura…
La mayoría de los centros de bonsái de Japón tienen  al menos un Kichou (obra maestra del bonsái
registrada) o Miyabi (tesoro cultural registrado shohin y chuhin). En el jardín
del Maestro Suzuki, hay varios bonsái Kichou.

 

 

 

 

 

 

 

Los pinos negros y de 5 agujas, los itos, y las piceas
además de algunos arces son ejemplares esplendidos. Algún tejo muy muy
destacable. Membrilleros…toshos…
Kimura y Suzuki tuvieron al mismo maestro (Hamano). La
diferencia entre ellos es patente al ver sus colecciones. Uno es como la
creatividad, el diseño arriesgado, las transformaciones. El otro es la
serenidad, el cuidado, la perfección después de la transformación, la madurez
de la pieza. De verdad que me quedé absorta viendo todas aquellas obras
maestras.
Por supuesto que me hice unas cuantas fotos con los maestros
en medio de la carcajada general. Las señas son universales por lo menos
algunas, El padre y el hijo abultaban lo mismo que una servidora. Así que nada
de fotos con entes humanos. Una siempre desea salir en las fotos sin estrías,
sin lorzas y como no es el caso pues no se pone y punto pelota.

 

 

 

 

 

 

No se las horas que pase en el jardín. Ellos esperaron
pacientemente a que yo terminara y seguidamente nos pasaron a la estancia donde
tienen el tokonoma. Pedazo de bosque, y pedazo de composición. Sencillamente
mágica.
Suzuki-san había dispuesto todo para que tomáramos un té
verde con un dulce típico de la zona de Nagano. Todo era exquisito, silencioso,
calmado y muy muy elegante.
Hiroaki me agasajó con dos detallazos.
Y se hizo la hora de marchar. Gracias a todos por la
atención y hasta la próxima.
Saludos cordiales desde Bilbao

Beti Andrés

Estudié Biología en la Universidad del País Vasco EHU-UPV. Muy pronto me enamoré de los Bonsáis y quise  trabajar , viajar y  aprender todo lo posible de los grandes maestros del bonsái. Y ahora, 30 años después, sigo aprendiendo y compartiendo todo lo que sé sobre cuidado y diseño de bonsáis. Desde Bonsai Center Sopelana colaboro con grandes maestros y a la vez amigos como Manuel Germade , Taiga Urushibata, entre otros.

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