Crecer, podar, alambrar

Hola

Antiguamente las formas de hacer bonsai se reducían a dejar crecer y podar.
A mediados y finales del pasado siglo, los maestros japoneses empezaron a
utilizar el alambre para lograr formas naturales en sus diseños de una  manera más rápida.

Estas dos corrientes persisten hoy en día…
Dejar crecer y podar aumenta la ramificación en las ramas que son podadas,
estimula el crecimiento en las ramas que se dejan sin podar y reduce el tamaño
de la hoja. Nuevas yemas salen de todas partes especialmente alrededor de las
cicatrices y en la parte basal de las ramas cortadas. Más tarde se seleccionan
aquellos brotes que crecen adecuadamente. Si necesitamos un brote en un lugar
donde no existe deberemos esperar a que crezca. Sino lo hace, mala suerte. Las
escuelas chinas de penjing utilizaban básicamente este método para diseñar
bonsai.

Método del alambrado
Con el alambrado podemos crear la forma general del bonsai tal y como lo
deseamos. Al alambrar las ramas son colocadas donde deseamos o necesitamos. Una
vez que lignifican normalmente 
permanecen en el lugar adecuado no volviendo a su posición original.
A veces ocurre que las ramas de algunas especies son demasiado duras o se
rompen con facilidad. En estos casos debemos descartar el alambrado y utilizar
el primer método, mas lento pero mas seguro.

Ambas son técnicas de formación perfectamente validas pero con una
diferencia de pensamiento entre ellas. Una diferencia de velocidad, de como
hacer las cosas, de lo antiguo y de lo moderno, de lo espiritual y de lo
material. Para formar un bonsai conviene alambrar, es bueno mientras se
desarrolla. Una vez conseguimos un ejemplar con cierto estilo nos tomaremos el
tiempo necesario para empaparlo de esencia, dejaremos crecer y podaremos para
refinar el árbol.  Primero tendremos un
bonsai en potencia y más tarde un bonsai potente.

Una de las cosas más penalizadas a la hora de valorar un bonsai en un
concurso es el exceso de alambre. ¿ Porque? Mucho alambre, indica poco
desarrollo, escasa madurez, precipitación. Un bonsai con muy poco alambre ayuda
a posicionar las ramitas para que las capas de follaje permanezcan ordenadas
sin molestar, da sensación de naturalidad, se ve un ejemplar terminado, con
años de trabajo.

Lo mejor seria una combinación de ambos métodos. El alambre te da la
inmediatez y el crecer y podar añade detalles únicos en la ramificación aunque
puede llevarte siglos y acabar peinando muchas canas.

La mejor época para alambrar depende mucho de la especie y del lugar donde
vivimos. En general alambraremos cuando el árbol pueda crecer y sanar las
posibles roturas realizadas durante el proceso antes de que entre en el periodo
de reposo y pueda verse afectado por heladas o fríos intensos. Es mas fácil
alambrar cuando el árbol esta sin hojas que cuando las tiene.

En general para caducas podemos alambrar durante el periodo de crecimiento
ya que las posibles heridas cicatrizaran antes siempre vigilando que el alambre
no se clave ya que crecen y engordan bastante rápido.

Las coníferas admiten bien el alambrado desde la primavera hasta principios de
invierno. Entre mediados de verano y todo el otoño se alambran con muy pocos
riesgos.

Cuidado con las marcas que deja el alambre si no lo quitamos
a tiempo. Una vez clavado, si lo intentamos arrancar podemos dañar los tejidos.

 Saludos cordiales
Beti Andrés

Beti Andrés

Estudié Biología en la Universidad del País Vasco EHU-UPV. Muy pronto me enamoré de los Bonsáis y quise  trabajar , viajar y  aprender todo lo posible de los grandes maestros del bonsái. Y ahora, 30 años después, sigo aprendiendo y compartiendo todo lo que sé sobre cuidado y diseño de bonsáis. Desde Bonsai Center Sopelana colaboro con grandes maestros y a la vez amigos como Manuel Germade , Taiga Urushibata, entre otros.

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