El bambú y el helecho y; Feliz Navidad

Aquel día Kishiro, decidió darse por vencido…renunció a su
trabajo, a su relación, a su vida.

Fue al bosque para hablar con un anciano que decían era muy sabio.¿Podría darme
una buena razón para no darme por vencido? Le preguntó.


Mira a tu alrededor, le respondió, ¿ves el helecho y el bambú?


Sí, respondió Kishiro ….


Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú, las cuidé muy bien.

El helecho rápidamente creció. Su verde brillante cubría el suelo. Pero nada
salió de la semilla de bambú. Sin embargo no renuncié al bambú.


En el segundo año el helecho creció más brillante y abundante y nuevamente,
nada creció de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú.


En el tercer año, aún nada brotó de la semilla de bambú. Pero no renuncié al
bambú.


En el cuarto año, nuevamente, nada salió de la semilla de bambú. Pero no
renuncié al bambú.


En el quinto año un pequeño brote de bambú se asomó en la tierra. En
comparación con el helecho era aparentemente muy pequeño e insignificante.


En el sexto año, el bambú creció más de 20 metros de altura.


Se había pasado cinco años echando raíces que lo sostuvieran.


Aquellas raíces lo hicieron fuerte y le dieron lo que necesitaba para
sobrevivir.

Tú, durante todo este tiempo que has estado luchando seguramente has estado
echando raices.

Acer palmatum, este ya ha echado raices

El bambú tiene un propósito diferente al del helecho, sin embargo, ambos son
necesarios y hacen del bosque un lugar hermoso.


Nunca te arrepientas de un día en tu vida.


Los buenos días te dan felicidad. Los malos días te dan experiencia. Ambos son
esenciales para la vida, le dijo el anciano y continuó…


                                           
La felicidad te mantiene dulce.
                                           
Los intentos te mantienen fuerte.
                                           
Las penas te mantienen humano.
                                           
Las caídas te mantienen humilde.
                                            El éxito te mantiene brillante.

Si no consigues lo que anhelas, no desesperes… quizá sólo estés echando raíces…

Saludos cordiales
Beti Andrés

Beti Andrés

Estudié Biología en la Universidad del País Vasco EHU-UPV. Muy pronto me enamoré de los Bonsáis y quise  trabajar , viajar y  aprender todo lo posible de los grandes maestros del bonsái. Y ahora, 30 años después, sigo aprendiendo y compartiendo todo lo que sé sobre cuidado y diseño de bonsáis. Desde Bonsai Center Sopelana colaboro con grandes maestros y a la vez amigos como Manuel Germade , Taiga Urushibata, entre otros.

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