Eternamente emocionante

Hola
Se han terminado las
vacaciones de Semana Santa y el Puente del 1 de Mayo. Gran afluencia de gente.
Muchos aficionados han aprovechado para visitar nuestras instalaciones.  Gracias a todos ellos y un saludo cariñoso
para todos los que se han acercado de otras provincias y también de otros países.
Esta semana reiniciamos
las clases de Bonsai. Nos queda un mes y medio a tope antes de comenzar el
verano.
Mi amigo Copeland también
ha regresado a Colombia con las maletas repletas. En las próximas exposiciones
de Medellín seguro que veremos algunos ejemplares de estas tierras.
Al ponerme a escribir este
artículo me he acordado de una conversación mantenida con algunos alumnos
acerca de las exposiciones y concursos de bonsai.  Uno de ellos me dice que le ayude a preparar un
par de árboles para  participar en
concursos. Le pregunto porque a estas alturas de la película quiere
participar  y su respuesta me deja
perpleja. “No tengo árboles de calidad ni soy nadie en este arte porque no he participado
en eventos“.
Aggggg que rabia.  ¿ Como piensas eso?, viendo la colección
magnifica que hay en tu terraza, mejor o peor podada, con el alambre mas o
menos, con algún pelo fuera del sitio, las hojas un poco grandes… Si, pero
todos en perfecto estado de salud. Cuando te levantas por la mañana sales a ese
balcón, le digo y disfrutas pasando el rato allí.
Hay aficionados que llevan
sus árboles a exposiciones simplemente por el placer de mostrar su trabajo, su
destreza, otros  que concursan, otro que
no. Yo, continuo diciendo, puedo enumerarte unas cuantas razones para hacer
bonsai y que te des cuenta de que si hay calidad en ti y en tus árboles.


El arte del bonsai como afición
es una actividad que se realiza por placer durante tu tiempo libre. Es algo que
te toca el corazón atrapándote para “casi” siempre. Un aficionado es un amateur
“amante “significa la palabra. La línea entre amateur y profesional es cada vez
más delgada y se pasa de un lado a otro fácilmente.

Es difícil encontrar  actividades donde amateurs y profesionales
jueguen en la  “ misma liga”.
Cultivar un bonsai es muy
parecido a tu propio devenir en la vida. Una semilla es igual para un árbol que
para un bonsai.  Únicamente nuestros
cuidados y técnica y un espacio con unas medidas definidas para crecer hacen que
la semilla de árbol se convierta en un bonsai.

Eres libre pero siempre con limitaciones. 

Hace más de mil años  que se practica el arte del bonsai. El tiempo
y la edad si son un punto importante así que no corras y respeta los procesos
en el transcurso de los años.

Hay muchas especies de árboles  que se pueden diseñar como bonsai y un montón
de estilos de bonsai. Todo un mundo por descubrir. Ni en una vida podrás
conocer la técnica para todas ellos. Pero, ni tu, ni nadie. 

Cada día cuando diseñamos y cuidamos
nuestros ejemplares los ponemos a prueba. A veces metemos la pata hasta dentro
y otras acertamos y otras nos quedamos satisfechos y otras no y … y QUE. Eso también
pasa a diario cuando brego en el banco o con mi madre o con los alumnos.

El bonsai incluye dosis de paciencia, muy
necesaria por otra parte en estos momentos de la existencia donde todo es poco
para evitar estallar a cada minuto.

Intentamos mediante todo tipo de técnicas leídas
o inventadas acelerar los procesos de formación de un bonsai pero esto acaba
resultando en la mayoría de los casos un fracaso manifiesto así que, “ calma al
obrero”, un consejo por otra parte muy apañado para el día a día jeje.

Podemos buscarle la vuelta absolutamente a
todo. Lo de las tres patas al gato es cierto en un bonsai. Si  el gato se hiere intenta curar la herida. Mi
bonsai no se cura simplemente crece y crece tapando el problema. A lo mejor
todo es cosa de crecer y no de cicatrizar.

Todas las mañanas (cuando hace bueno sobre
todo), mis bonsáis me hacen regalos, uno florece, otro brota el otro se cura,
un cliente que anima.. En pocas palabras, me dulcifican el carácter.

Puedes influir en un bonsai pero debes
respetarlo sino un dia simplemente sin darte cuenta deja de respirar y muere.

Si todo lo anterior no es suficiente si no
te convences siempre puedes volver al comienzo y plantar el bonsai en el jardín.
Se volverá un monstruo grande, un árbol mas que por lo menos te servirá de
sombra. El caso es encontrar el equilibrio y hacer lo que te diga el cuerpo a
pesar, muy a pesar de todo lo demás.

Dedicado tu ya sabes a quien. No has
ganado nada que quede escrito en un papel pero mi corazón lo ganaste hace mucho
tiempo.

Saludos cordiales
Beti Andrés

 

Beti Andrés

Estudié Biología en la Universidad del País Vasco EHU-UPV. Muy pronto me enamoré de los Bonsáis y quise  trabajar , viajar y  aprender todo lo posible de los grandes maestros del bonsái. Y ahora, 30 años después, sigo aprendiendo y compartiendo todo lo que sé sobre cuidado y diseño de bonsáis. Desde Bonsai Center Sopelana colaboro con grandes maestros y a la vez amigos como Manuel Germade , Taiga Urushibata, entre otros.

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