Azotado por ” los vientos “

Hola
Nunca mejor dicho. Azotado
por los vientos. Este es el estilo de bonsai más popular de este año. Mes y
medio soplando el viento con ráfagas intensas casi huracanadas nos sugieren las
formas más idóneas para diseñar nuestros bonsáis en el hasta ahora denostado
estilo.

La mayoría de los
ejemplares buenos en el estilo azotado por el viento son de origen chino. Esto
tiene su explicación. En primer lugar, este estilo es idóneo para caducas y frondosas,
no tanto para coníferas. Las formas de las coníferas nos dan la sensación de lo
que el viento ha producido en ellas, pero su follaje no nos da la sensación de
estar moviéndose en el momento que sopla el aire. Son ideales los árboles de
hojas anchas, con mucha ramificación secundaria y un crecimiento más bien
lento. En segundo lugar, la mejor manera de conseguir en el follaje esa
sensación de movimiento es podando y pinzando sin parar. El alambre pasa a un
segundo plano.
Este estilo no consiste
como la mayoría piensa en colocar toda la vegetación hacia un lado como si el
viento pegara del lado contrario. La disposición de las ramas debe dar la
sensación de que el bonsai se encuentra en medio de un viento que sopla
uniformemente con lo que el follaje será mas estático  o bien que justo ene se momento esta soplando
el aire con lo que el verde será mas desfilado y dinámico.
Cuando observamos los árboles
de zonas ventosas vemos que su crecimiento esta mediatizado. Son árboles más
bien bajos y gruesos, con las puntas de las ramas superiores ligeramente hacia
arriba.
  • Una suave brisa favorece los intercambios gaseosos y, con ellos,
    la fotosíntesis de las
    plantas. 
  •  Sin embargo, un viento
    excesivo tiene un efecto desecante
    ya que incrementa mucho la transpiración. Bajo sus efectos las plantas se ven
    obligadas a cerrar los estomas
    para evitar la deshidratación lo que bloquea la
    fotosíntesis. 

El viento también actúa de forma indirecta en combinación con los demás elementos del clima exagerando o disminuyendo sus
efectos. Así, tanto el frío como el calor son más difíciles de
soportar cuanto más intenso sea el viento. Es lo que llamamos sensación térmica.

El viento pierde fuerza muy rápidamente cuando hay vegetación o por fricción con la
superficie del suelo. De ahí que sus efectos aumenten con la distancia al suelo y que las partes más
altas sean las más expuestas.  Las
plantas muy sometidas al viento tienden por ello a adquirir un porte menor  y aerodinámico
(aspecto rastrero, formas redondeadas),
a adquirir diversos mecanismos que las hacen aptas para
soportar sus efectos como puede ser un
sistema radicular muy desarrollado.

Los árboles mal adaptados al viento fuerte
o que viven cerca del litoral adquieren una silueta disimétrica llamada “en
bandera”. Árboles con el crecimiento como una bandera que ondea en el viento,
con las puntas de la tela hacia arriba.

En nuestro bonsai, al colocar las puntas de las
ramas hacia abajo inducirá a pensar en un viento más suave.
En un azotado por el viento las formas que toman el
tronco y las ramas parecen antinaturales y contrarias a lo que seria el
equilibrio y la gravedad.

Éstos son algunos puntos
importantes para los bonsái barridos por el viento: Tomado del libro de Robert
Steven.
1. Cuanto más fuerte sople
el viento, más ramas, y ramitas de la parte superior del árbol, crecerán hacia
arriba, como una bandera. 
2. Para representar un
viento que sopla suavemente, las ramas se inclinarán hacia abajo, en este caso,
las ramas no deben tener demasiado movimiento, ya que suponemos que el viento
suave no tiene la fuerza suficiente para mover las ramas, a excepción de unas pocas ramas
secundarias y ramitas finas. 
3. No pueden haber ramas
que crezcan en contra del viento, pero debe haber un giro drástico en estas
ramas, creado preferentemente con la formación de las ramas por el pinzando
repetido de los brotes con tijeras. Este giro debe reorientar las ramas en
favor del viento, inclinándolas al mismo tiempo hacia arriba. Las puntas de
cada rama deben crecer más altas que las de la rama anterior. De hecho, este es
el punto clave para sugerir el efecto de un viento que sopla con fuerza. Esto
se debe al carácter del viento, que tiende a tirar de los objetos hacia el
cielo. 

4. El follaje no debe ser
demasiado denso, sino más bien claro, sobre todo en las puntas de las ramas (mantendremos
las ramas delgadas y bastante largas). Esto se hace para que la construcción y
el carácter de las ramitas se vean claramente y su movimiento sea evidente.

5. Para mejorar la imagen
del conjunto, utilizaremos una maceta poco profunda y larga, para evocar mejor
la imagen del medio ambiente en el que vive el árbol. Cuando se utilicen
hierbas como elemento de adorno, debemos ser muy cuidadosos; gramíneas que no
den impresión de movimiento son contraproducentes en un paisaje que intente
representar, vientos fuertes y continuos. 

Como podéis imaginar, este
artículo tiene mucho que ver con la climatología que me toca padecer casi a
diario desde hace 2 meses.
Saludos cordiales
Beti Andrés

Beti Andrés

Estudié Biología en la Universidad del País Vasco EHU-UPV. Muy pronto me enamoré de los Bonsáis y quise  trabajar , viajar y  aprender todo lo posible de los grandes maestros del bonsái. Y ahora, 30 años después, sigo aprendiendo y compartiendo todo lo que sé sobre cuidado y diseño de bonsáis. Desde Bonsai Center Sopelana colaboro con grandes maestros y a la vez amigos como Manuel Germade , Taiga Urushibata, entre otros.

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